En marzo de 2019 se modificaba el Estatuto de los Trabajadores para que las personas con hijos a su cargo pudieran cambiar el trabajo presencial por el teletrabajo. Justo un año después, la realidad ha impuesto esta fórmula de trabajo a distancia para la mayoría de las empresas del país. Algunas estaban preparadas, pero otras todavía están tratando de adaptarse a las nuevas circunstancias.
Implantar el teletrabajo en las empresas no es solo facilitar un portátil a los empleados y mantener con ellos videollamadas a diario. Para conseguir que esta fórmula sea efectiva es necesario establecer un protocolo, incluso marcarse unos objetivos.
Lograr una implementación del teletrabajo exitosa implica ir paso a paso. Hay 7 aspectos que tienes que tener en cuenta:
1. Identificar las necesidades
Lo primero que deberían hacer las compañías que quieran apostar por el trabajo a distancia es designar a un equipo que se encargue del proceso. Corresponde a estas personas identificar las necesidades de la empresa, es decir, determinar qué empleados pueden desarrollar su trabajo desde casa y qué áreas serían más rentables si se implantase el teletrabajo.
2. Calcular los recursos
¿Es viable poner en servicio el teletrabajo con los recursos de los que dispone actualmente la empresa? Además de la parte tecnológica están los trabajadores. Si vas a contar con empleados en plantilla, puede que necesiten asistir a cursos de formación.
Otra opción es abrir un proceso de selección para encontrar a profesionales que encajen con el perfil y además, estén acostumbrados a estar forma de trabajo.
3. Conocer los aspectos legales y de seguridad
También debes tener presentes todos los aspectos legales y de seguridad en el trabajo que implica contar con teletrabajadores en tu plantilla. No porque no estén en la oficina tienen menos derechos que sus compañeros.
En este sentido, es importante conocer lo que dice la ley al respecto. Si lees con detenimiento el Estatuto de los Trabajadores, verás que el artículo 13 no deja lugar a dudas. El punto 3 dice, textualmente: “los trabajadores a distancia tendrán los mismos derechos que los que prestan sus servicios en el centro de trabajo de la empresa, salvo aquellos que sean inherentes a la realización de la prestación laboral en el mismo de manera presencial”.
¿Cuáles son esos derechos? Entre otros:
- Recibir un sueldo que se corresponda con sus funciones y grupo profesional.
- Acceder a cursos de formación.
- Contar con representación sindical.
- Poder disfrutar de los periodos de vacaciones y de descanso que le corresponden.
- Estar protegidos en materia de seguridad y salud laboral. Esto quiere decir que los trabajadores en remoto también están cubiertos por la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales. Y por el Acuerdo Marco Europeo sobre Teletrabajo.
4. Establecer un protocolo para implantar el teletrabajo
Uno de los objetivos del trabajo a distancia es ofrecer flexibilidad a los trabajadores, pero eso no implica que puedan hacer lo que quieran. Lo ideal es establecer un protocolo de actuación, con unas normas básicas que hay que respetar. Por ejemplo:
- Los trabajadores tienen que disponer de un lugar acondicionado para poder trabajar cómodamente, con una mesa, una silla, un ordenador y conexión estable a Internet.
- Establecer una franja horaria en la que todo el equipo tiene que estar conectado y disponible.
- Fijar unos canales de comunicación determinados: Skype, correo electrónico, Hangouts, etc.
- Sincronizar los equipos al comienzo de cada jornada.
- Programar reuniones diarias con todos los miembros del equipo (a ser posible mediante videollamada) para determinar qué tareas va a llevar a cabo cada persona.
5. Controlar la productividad
Medir la productividad es clave para conocer si la implantación del teletrabajo es viable. Estás en tu derecho de utilizar herramientas de control, pero debes saber que antes debes informar a tus trabajadores de que vas a hacerlo.
6. Adaptar la tecnología
Todos los pasos que des para apostar por el trabajo a distancia no tendrían sentido si no adaptas la tecnología de tu empresa a esta fórmula. Contar con un software de contabilidad y de gestión de gastos en la nube es de gran utilidad.
7. ¿Ahorras dinero?
Otro aspecto que no puedes perder de vista es el económico. ¿Ha conseguido tu empresa reducir costes? Quizá deberías probar a implantar el teletrabajo en más departamentos.
De hecho, hace unos días Gartner publicaba los resultados de una encuesta efectuada a más de 300 directores financieros. Una de las conclusiones es que el 74% están dispuestos a que el 5% de su plantilla trabaje en remoto de forma permanente tras el COVID-19. Es más, un 25% tiene la intención de tomar esta medida con uno de cada cinco empleados.
Buena parte de esa decisión la han tomado porque han visto que contar con una fuerza laboral remota implica menos gastos.