El mercado del business travel va evolucionando. Los viajeros de negocios buscan vivir experiencias en sus desplazamientos, aunque para ello tengan que alargar la estancia y pagarla de sus bolsillos. El bleisure llegó, se hizo fuerte y crece cada año.
Combinar ocio y negocio en los viajes de empresa ya no es algo que hagan solamente los millennials. El bleisure, esa palabra que sale de unir business y leisure, es decir, negocio y ocio, es una tendencia al alza.
Antes, un business travel no era más que un viaje de negocios en el que el trabajador solo conocía el aeropuerto en las ciudades que visitaba. Ahora, diversos estudios concluyen que más de la mitad de los desplazamientos por trabajo derivan en bleisure. Entre reunión y reunión aprovechan para conocer la ciudad o dedicarse un rato de ocio. Incluso alargan unos días su estancia para poder hacer turismo.
Los business travellers no se olvidan de lo principal, que son los negocios, pero se dan un margen para respirar y desestresarse. En vez de verlo como una pérdida de tiempo, las empresas se están dando cuenta de los beneficios que les reporta. Saben que un trabajador satisfecho es más productivo. Por eso, dejan que el travel manager o la agencia de viajes organicen los viajes a la medida de cada empleado.
Los business travels buscan conectividad permanente
De todos los estudios que se han realizado sobre este tema, uno de los más completos es el Future Traveller Tribes 2030 realizado por Amadeus. Además de confirmar que el bleisure es una tendencia al alza, también apunta a la importancia que los viajeros de negocios le dan a la tecnología móvil.
En su informe anterior, con la vista puesta en 2020, una de las principales preocupaciones de los trabajadores desplazados era tener un teléfono con el que poder llamar o enviar mensajes. Hoy, los business travels no viajan sin un smartphone con el que puedan realizar todo tipo de gestiones. Incluso reservar vuelos y hoteles.
El viajero de negocios es “turista por obligación”
Llamativa resulta también la clasificación realizada por la empresa proveedora de soluciones tecnológicas para la industria de los viajes para agrupar a los diferentes perfiles de viajeros. Amadeus habla de 6 tribus:
- Caza recompensas: el viaje es la recompensa y no dudan en contratar experiencias exclusivas.
- Buscadores de capital social: comparten todas sus experiencias en las redes sociales. Su dependencia es tal que las agencias de viajes piensan en implementar sistemas de reservas a través de esas plataformas.
- Puristas de la cultura: quieren integrarse en la cultura del país.
- Viajeros étnicos: optan por medios de transporte que no contaminen y no viajan a países con un régimen político con el que no comulgan.
- Buscadores de simplicidad: son los que no quieren tomar decisiones y optan por las opciones más cómodas, como los paquetes turísticos.
- Viajeros por obligación: en este grupo entrarían los business travels. También quienes tienen que desplazarse para un evento familiar o los deportistas que van a una competición.
El 60% son viajes bleisure
Otro estudio enfocado en el bleisure es el realizado por Expedia. Se centra solamente en los viajeros de negocios de 5 países: Alemania, Gran Bretaña China, Estados Unidos e India. Pero las conclusiones son reveladoras: según sus datos, más del 60% de los viajes de trabajo se convirtieron en viajes bleisure.
Por edades, los jóvenes de entre 18 y 30 años aprovechan sus viajes corporativos para cogerse una media de 4,2 días de vacaciones. Les siguen los que tienen entre 46 y 65 años, con 3,2 días. Por su parte, de los 31 a los 45 años la media es de 2,9 días.
¿Qué es lo que convierte a un destino de negocios en atractivo para hacer turismo? La gastronomía, el clima, la naturaleza, las playas y el patrimonio histórico, por ese orden.
Estos datos van en consonancia con un estudio internacional realizado por BridgeStreet. Tras entrevistar a 640 viajeros de negocios, llegó a la conclusión de que 6 de cada 10 están más dispuestos a combinar trabajo y ocio que hace unos años. Las cifras hablan por sí solas:
- El 83% de los encuestados afirma aprovechar los viajes de negocios para conocer la ciudad.
- El 79% coge unos días libres y alarga su estancia en el lugar de destino. De ellos, la mitad realiza siempre esta práctica.
Las claves para potenciar el bleisure
Con esta nueva oportunidad de negocio, las agencias, los travel managers y los hoteles están buscando la fórmula del éxito para ofrecer a los viajeros de negocios una experiencia personalizada. El enfoque está puesto sobre todo en los millennials, pero se puede aplicar a cualquier business travel.
¿Qué acciones se están llevando a cabo para aprovechar el tirón del bleisure? Por parte de las empresas:
- Dejar libertad a los trabajadores para que puedan planificar sus viajes de negocios, escogiendo incluso los hoteles y la aerolínea con la que quieren viajar.
- Incluir opciones de economía colaborativa en las políticas de viajes. Este enfoque está sobre todo orientado a los más jóvenes.
- Realizar encuestas internas para conocer las preferencias de los empleados.
Por parte de los hoteles:
- Habilitar zonas para encuentros breves y reuniones.
- Tener terrazas en las que poder socializar.
- Ofrecer una buena experiencia gastronómica, a ser posible 24 horas.
- Diseño moderno, pero funcional.
- Contar con las últimas tecnologías.
- Tener gimnasio.
Antes de terminar queremos dar un último dato. Se calcula que el turismo bleisure crecerá cada año un 4,1%. En 2026 generará más de 1.400 millones de euros, tal y como se desprende de un estudio realizado por la consultora Report Consultant.